14 octubre, 2006

El amor negativo y la curación emocional

El amor negativo es la evidencia de la persona de sentirse indigna de ser amada, que viene de haber sentido que sus padres no lo reconocieron como quien era realmente, sino que se dedicaron a educarlo como quien debía ser. Desde ahí la persona se desconecta de su propio ser y empieza a trabajar -desde muy chico-, para satisfacer las expectativas de los padres o, si sufrió mucho en la infancia, para rebelarse y ser lo opuesto a aquello que se esperaba de él. Tal vivencia genera una paradoja emocional: "soy querible en tanto no sea quien soy y sea lo que los demás esperan de mí". Tal condición queda grabada en el plano emocional y hace que, en nombre del amor, las personas se sometan a los demás, acepten chantajes para ser amados y se dejen manipular. Toda persona cuenta con cuatro aspectos: lo intelectual, lo emocional, lo espiritual y lo corporal. Pero cuando somos víctimas del amor negativo, solemos tener nuestro intelecto dominando nuestras vidas.
Cuando la persona recupera ciertos derechos, por ejemplo el derecho a enojarse por aquellas cosas que le hicieron daño, recupera el derecho a autoafirmarse en la vida, porque la rabia es una emoción muy saludable para los seres humanos en tanto pone límites y ayuda a avanzar, a ser audaz, a despegar. Lo que nos asusta de la rabia son las formas inadecuadas de expresión; pero habitualmente se termina reprimiendo la emoción y no las formas inadecuadas, porque los padres no conocían otras formas. Cuando la persona recupera esos derechos, ocurre que de pronto está integrado y eso no es algo muy difícil.

Artículo de Berta Sperber, en psicocentro.

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